3/1/07

PODER SIN LIMITES!!!! (1ª Parte)

Si les hablara de una categoría de premios astronómicos, potencias escalofriantes, desarrollos técnicos, pilotos de primera línea, constructores de la línea de Mclaren, Ferrari, March y algunas otras exquisiteces, los conocedores pensarían en alguna época “gloriosa” de la Formula Uno.



Otros que curioseen este sitio y que no se detiene en muchos detalles, dirían que son los últimos años de “La Máxima” con sus avances tecnologicos.



Pero no amigos, estamos hablado de la CAN-AM?, Categoría creada en 1966, bajo un reglamento muy particular, donde habia pocos limites a la inventiva.
Algo similar a los Sport-Prototipos, autos con ruedas carenadas, encuadrados en aquel entonces grupo 7 y con motores que debían superar los dos litros y medio de cilindrada.

La Canadian American Challenger Cup Series, nacida a fines de 1965, en pistas de Canadá y Estados Unidos, que reflejaban el crecimiento de esos países, por lo que se propuso un reglamento técnico con pocas trabas.
us avances tecnológicos y “money” al por mayor.




Alguna de las pocas prohibiciones era la turbina!!! (menos mal) que no tenia un desarrollo adecuado.
Este reglamento atrajo a constructores como McLaren, Chaparral, Lola y a los “boss” de la alta cilindrada, como Ford, Chevrolet o Pontiac, muy amados por él publico americano.

El atractivo no pasaba por las libertades técnicas, sino tambien por los jugosos premios que alcanzaban él ¡1.000.000 de dolares!, que convocaban a lo mejor de lo mejor.

El desembarco se completo en 1967 con pilotos de gran calibre que provenían de la F1, en epocas que los equipos no eran tan “celosos” de sus pilotos y era moneda corriente incorporarse a otros categorías como John Surtess, Mark Donohue, Bruce McLaren, Phill Hill, Jim Hall y Cris Amon con autos más poderoso y soluciones aerodinámicas desconocidos en los circuitos europeos.





El primer enemigo a batir fue el McLaren M6A, un biplaza de algo mas de ochocientos kilos de peso, carrocería de fibra de vidrio, monocasco central reforzado con magnesio, todos materiales de primera línea para la época.otor de ocho cilindros en V, un poco mas de 560 cv y casi 5.9 litros, clásico americano, con un único árbol de levas central y culatas de dos válvulas por cilindro que establecieron la diferencia.










En las manos de Bruce McLaren estaba el desarrollo y conducción de estas “bestias” junto con Denis Hulme, que dieron al equipo un nombre curioso “el Banco Neocelandés” ya que cinco victorias en seis carreras reflejaban las ganancias acumuladas.

Sin apartarme del tema quería señalar que esta época la sentí con mucha pasión, ya que el desarrollo, la tecnología, las velocidades y el poco freno a los reglamentos siempre dieron resultados asombrosos. El carácter social de los pilotos de Formula Uno que permitía esto de estar un fin de semana con novatos en la Formula 2, sin obtener puntaje y cumplir a la siguiente con una competencia por el “Campeonato Mundial de Conductores” reflejaba una pasión por la conducción de algún auto de carrera, por sobre la parte económica.






El McLaren M8F, un biplaza con 780 caballos, su peso quedaba en 690 kilos, lo que daba una relacion de peso potencia de sólo 0,88 kilos por caballo, tan imprresionate como en un monopalza de Formula Uno.

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