En un libro editado en 1987, el tres veces campeón mundial Niki Lauda cuenta algunas intimidades y conceptos de “La Máxima”
“Carlos Reutemann. No puedo sembrar rosas a su paso. Un tipo frió y desagradable. En la época en que fuimos compañeros de equipo nunca nos doramos la píldora, no nos queríamos. Trabajar técnicamente con él era imposible, ya que siempre tenia una contestación táctica que quizás luego, en el ajuste fino, le daría alguna ventaja. Después de mi accidente en 1976, represento por poco tiempo para mí, pues intentaba volcar a todo Ferrari a su lado, aunque muy pronto volví a ponerlo en verdad. Como corredor era buen, aunque nunca fue sensacional.”
“Ricardo Zunino era un argentino con algo de experiencia en Formula Uno. Solamente había venido como espectador. Ecclestone lo agarro enseguida y le dio mis cosas. ¡ Pobre hombre! El coche era nuevo para él, lo mismo que la pista. Además tenia que llevar un casco que decía Niki Lauda. Los corredores que todavía no sabían lo que había sucedido se asombraban: ¡Que raro maneja Niki!”
“Carlos Reutemann. No puedo sembrar rosas a su paso. Un tipo frió y desagradable. En la época en que fuimos compañeros de equipo nunca nos doramos la píldora, no nos queríamos. Trabajar técnicamente con él era imposible, ya que siempre tenia una contestación táctica que quizás luego, en el ajuste fino, le daría alguna ventaja. Después de mi accidente en 1976, represento por poco tiempo para mí, pues intentaba volcar a todo Ferrari a su lado, aunque muy pronto volví a ponerlo en verdad. Como corredor era buen, aunque nunca fue sensacional.”
“Ricardo Zunino era un argentino con algo de experiencia en Formula Uno. Solamente había venido como espectador. Ecclestone lo agarro enseguida y le dio mis cosas. ¡ Pobre hombre! El coche era nuevo para él, lo mismo que la pista. Además tenia que llevar un casco que decía Niki Lauda. Los corredores que todavía no sabían lo que había sucedido se asombraban: ¡Que raro maneja Niki!”
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